La encrucijada europea

Parece evidente que, al menos en los países del sur de Europa, existe una corriente política creciente en fortaleza, que busca la contravía del euro como unión monetaria y de Europa como entidad político-económico-social.
Algunos de estos países olvidan que es gracias a su entrada en este ámbito geopolítico y económico, que han conseguido el desarrollo que, por otra parte, no tendrían.
Este desarrollo y avance social, educativo, industrial y económico de países como Grecia, España, Portugal, etc, conlleva un compromiso en contrapartida.
Siempre surgen voces discordantes, sesgadas, que hubieran preferido la soberanía mal entendida, en lugar de su pertenencia a una entidad sólida y fuerte, pero que en épocas de crisis como la actual ganan visión en medios de todo tipo, y seguidores desprevenidos que no consideran todos los factores implicados en ciertas propuestas.
Corren el riesgo de tomar decisiones populares, pero no por eso correctas.