A partir de un incidente

Los problemas de comunicación en las instituciones hospitalarias pueden constituir un factor de importancia que afecta variables tan importantes como estancia, la resolución de una condición o el tratamiento correcto, entre otras.

El tipo y naturaleza de la comunicación entre servicios y dentro de los mismos puede desembocar en incidentes molestos o incluso perjudiciales.

Incidentes de los que se puede extraer varias conclusiones. Primero, pueden ser producto de la desinformación sistémica del hospital. La palabra informática viene de la combinación de 2 palabras: Información y automática. Información no es solo datos. Implica datos organizados y entregados al usuario para que los entienda.

En ciertos hospitales la informática no cumple con su definición fundacional, o para ser benévolos, la cumple poco. Es una deficiencia sistémica e inveterada. Ni accedes a la información ni es automatizada.

Segundo, la información debería ir en 2 o más sentidos. Con los sistemas informáticos tendría que ser fácil acceder a ciertos servicios. Solo habría que clickar para que un o una especialista se entere de una solicitud de servicio, que llegue a su destino y haya consecuencias. Seguimos dependiendo, en cada caso, de una persona, su disposición al trabajo, su status y su estabilidad emocional.

En tercer lugar, contando con equipos de última o penúltima generación (smartphones) el hospital sigue apostando por una solución arcaica: papeles y “buscapersonas” o “pager” o “buscas”, como se quiera llamar.

Cuarto, así como no hay acceso fácil y rápido a los protocolos, de muchos de los cuales se desconoce su existencia, tampoco hay acceso a los números telefónicos de los servicios y especialidades. Quienes conocen algunos, lo hacen por repetición, costumbre o porque se han buscado la manera a su propia suerte. Durante el día puede haber apoyo de algunos recursos humanos administrativos designados, pero luego, en el periodo de menos respaldo pero más complejo, no hay a quién preguntar y las o los administrativos que quedan a cargo no están formados o no tienen esa información. 

En definitiva, esa falta de comunicación, o la corrupción en el canal comunicacional por carencias, deficiencias o uso inapropiado, contribuye a hacer el trabajo habitual en áreas críticas más complicado y propenso a errores, incluso a incidentes de seguridad clínica.

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