El viral
Circula en las redes sociales, incluyendo whatsapp, un artículo que ha llamado la atención a muchos médicos. El artículo original apareció en 2014 en thehealthcareblog.com, escrito por el Dr. Richard Gunderman. Se refiere a un documento hallado por casualidad, olvidado por un miembro de un equipo de gestión de un hospital en alguna parte de Estados Unidos. El dossier se titulaba «How To Discourage a Doctor«.
El Dr. Gunderman asegura que estaba en la sala de espera de las oficinas ejecutivas del hospital en el que trabaja cuando un supuesto asesor de la dirección de un hospital, dejó olvidado el documento en cuestión.
En concreto el documento pone de manifiesto la supuesta estrategia recomendada por una consultora de gestión para incidir sobre los costos de atención sanitaria del hospital. Incidir en el punto que considera la consultora o empresa de asesoría, más importante.
Para el doctor Gunderman, y para cualquier profesión al de la medicina, el título era atractivo. Tan atractivo que pudo más la curiosidad que la precaución y quizás el respeto. Así que lo devoró tan rápido como pudo antes de que volviera el asesor al caer en cuenta que lo había dejado.
El dossier: Controlar la plantilla es un desafío
En el dossier, claramente enfocado al mercado americano, pero que facilmente es transpolable al ámbito español y europeo, se plantea que la remuneración de los médicos constituye un 8% apenas del presupuesto hospitalario, pero las decisiones que involucran o dependen del personal médico pueden llegar a representar el 80% del gasto. Decisiones que van desde el tipo de medicación usada hasta el ingreso o el alta del paciente.
La recomendación entonces es controlar al personal médico. El problema, siempre según el documento, es que los médicos han invertido mucho tiempo y recursos en su formación, la filosofía de la profesión es la autonomía, y los médicos dan suma importancia a la fortaleza de la relación médico-paciente, que es la gran base de su filosofía como profesionales. Controlar la plantilla de médicos es un desafío para la empresa.
La finalidad entonces es lograr que el médico tome decisiones basado en las necesidades del hospital más que en su propio criterio. El objetivo es demostrar que el médico no es tan importante como piensa.
Así, sugieren una serie de tácticas, tales como integrar a los médicos al personal del hospital, cosa que es una realidad desde hace años en los sistemas de salud de otros países. Ya esto se ha cumplido en la mayoría de los sistemas del resto del mundo, y se asume como normal. Otra de las medidas es hacer que el sistema sea complejo e incomprensible para los médicos, implementado intrincados sistemas de información y facturación.
Vulnerabilidad e inestabilidad
Recomiendan también hacer que el puesto de trabajo sea vulnerable e inestable. ¿Cómo lograr este objetivo? A través de la modificación los pagos mensuales para que contengan un componente variable que no forme parte del salario, o despedir personal de forma evidente, para que el resto del personal se entere.
Otra de las recomendaciones es transformar a los médicos de tomadores de decisiones en implementadores de decisiones. Por ende, despersonalizar la atención. Esto se logra haciendo que los médicos no piensen en el paciente sino en el hospital, y que los pacientes no busquen al médico sino al hospital cuando tengan un problema de salud.
Es posible que alguien o algún organismo haya sistematizado este tipo de políticas, aunque no está claro si ésta realmente es un política establecida. Lo cierto es que varias de estas sugerencias ya son evidentes en muchos sistemas y en muchos países, en contextos públicos y privados.
Incluso es posible que su implementación haya sido progresiva e inadvertida. Que sea solo consecuencia del propio sistema, como creo que ocurre en sistemas como el español. Pero algunas recomendaciones están en la mente y en la ejecución de muchos gestores, que tienen una mediocre idea de gestión y realmente poca idea de medicina.
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