Con el advenimiento de la informática a los registros médicos se ha avanzado de manera fenomenal en el acceso a la información de los pacientes lo cual redunda en un esquema de decisiones con mayor acierto y más amplio fundamento. La informática en medicina no sólo conlleva el registro de los usuarios como pacientes sino el almacenamiento de toda la información inherente a sus condiciones o ausencia de ellas, de manera histórica y más o menos disponible y accesible.
Con independencia de los sistemas informáticos de registro creados y particulares de cada hospital o sistema sanitario, es indudable la capacidad de estos sistemas para contener la información y ponerla en pantalla de manera rápida y confiable.
De la misma manera, una vez superada aquella etapa de proliferación de sistemas más o menos estables, más o menos completos y más o menos «amigables», y lograda la sedimentación apropiada, la estabilización de las ofertas y la fortaleza del hardware, así como las políticas de manejo de información y protección de datos, es ahora posible mantener toda la historiografía con poco riesgo y en bases sólidas y seguras.
Aunque quedan algunos remanentes de la antigua manera de registrar los datos de los pacientes, la mayoría de los sistemas avanzados y que ahora son habituales, mantienen la información y permiten el acceso a imágenes, signos y constantes vitales, notas evolutivas, gestión de consultas y hospitalizaciones, estudios, etc.
Lamentablemente este fácil acceso ha permitido el surgimiento de una costumbre que esperemos sea pasajera o, de ser posible, marginal: es relativamente frecuente apreciar notas evolutivas del curso clínico de un paciente, que carecen del análisis apropiado. Este análisis es el que permite conocer cuál ha sido realmente la evolución más allá de los datos numéricos fríos o de los hallazgos del examen físico, y cuál es la hipótesis diagnóstica en la que se basa el plan de acción ante un problema clínico.
Las notas evolutivas terminan siendo transcripciones de listas de diagnósticos o problemas. En los hospitales docentes, en los que es necesario determinar la capacidad de un médico en formación para establecer una estrategia ante un conjunto de problemas, ante un desafío diagnóstico, esta carencia es particularmente importante. Es en estos centros donde el profesional de la medicina en formación especializada debe demostrar que estará en capacidad de manejar un desafío médico, que tiene la capacidad analítica para establecer prioridades y puede definir conductas diagnósticas y terapéuticas. De otro modo el profesional terminaría siendo un técnico que sólo aplica conductas aprendidas dejando de aplicar una esperada capacidad de raciocinio y elaboración mental.
Algunas historias clínicas son terreno para un recurso llamado «copiar y pegar», básicamente porque es fácil usarlo en lugar de escribir directamente. El descuido en su uso, sin embargo, puede llevar a continuar registrando en los diferentes ingresos, o durante la evolución de un paciente en consulta u hospitalización, datos que han dejado de ser relevantes, o datos antiguos en detrimento de datos nuevos. Esto es, seguir «pegando (paste)» los antecedentes patológicos, «copiados» en completo de un informe o registro anterior, aunque durante el lapso transcurrido hayan ocurrido otros eventos que no terminan registrados, o dejando de registrar ese ingreso de ese informe del que se hizo «copy&paste«.
También ocurre que la facilidad de acceso a los registros y a su copia informática lleva a que en una historia nueva de ingreso se registren eventos no relevantes o resultados de pruebas más que los diagnósticos. Así queda registrado, por ejemplo, un informe completo de ecocardiografía o tomografía axial computarizada, pero no el o los diagnósticos derivados de estas pruebas o descartados por las mismas. El o la médico termina siendo un transcriptor que no se atreve o no se preocupa por admitir y registrar que el paciente tiene, por ejemplo, una disfunción ventricular izquierda, pero sí «pega» toda la parrafada que lo sugiere.
Así, es posible que dar mayor o menor peso a ciertos datos y descartar otros, que es el real arte de la medicina, para llegar a conclusiones luego de plantear hipótesis, que en resumidas cuentas es el método científico, sea sustituido por una simple mecánica y su consecuencia abominable: el tratar síntomas y signos en lugar de enfermedades.
- Es necesario registrar los datos realmente importantes, sean positivos o negativos
- El análisis, sea por problemas, o como conclusión de la nota evolutiva o de ingreso debe ser parte fundamental de la historia clínica
- La capacidad de decisión se basa en el análisis que permite definir la estrategia a seguir
- La historia médica sigue siendo la misma, y los pacientes son sujetos, no objetos.