El Mar de los Sargazos del Deportivo Táchira

En todos los años que lleva nuestro Deportivo Táchira como club profesional de fútbol, creo que esta década en cuyo punto medio estamos es la que ha servido para mostrar las falencias de la institución aurinegra.
Durante esta segunda decena de años del nuevo siglo, el Deportivo Táchira ha sido incapaz de encadenar una ristra de victorias, de mostrar músculo y de demostrar potencia ante los rivales nacionales o extranjeros que conforman los diferentes torneos en los que ha participado.
Es verdad que como institución se ha mantenido a pesar de crisis económicas y políticas, a pesar de ataques y ante la volatilidad política, la ausencia a su vez de instituciones públicas y la falta de coherencia pública que ha prevalecido en Venezuela.
Quizás el club esté pasando su particular travesía del desierto, su especial Mar de los Sargazos en el que apenas avanza por la ausencia de «vientos», lo que le impide conformar un base sólida y un rumbo definido hacia el éxito.
Ahí está el equipo, que inicia los campeonatos más o menos de manera firme o no tanto, para luego ir desinflándose a mitad de camino, justo al llegar a ese «mar» lleno de «algas» y falto de «vientos» en el que se es capaz de echar la culpa a cualquier factor externo, o simplemente se pierde la objetividad y la visión a mediano plazo para quedar detenidos en las derrotas consecutivas.
Lo que pasa es que ahora la navegación, excepto la de recreo, no es a vela, y por tanto existen previsiones, cartas de navegación, GPS, y por supuesto motores. Justo lo que parece que le falta al Táchira para despegar por fin y enrrumbarse hacia el éxito constante.