Viene la Libertadores otra vez

Viene la Libertadores y otra vez apoyamos a nuestro Deportivo Táchira en su nueva campaña internacional, esperando que por fin nuestra esperanza de verlo trascender y hacerse un nombre en el mundo del futbol se cumpla.
Empezamos con Cerro Porteño, un equipo de tradición, copero, histórico, de los que se nombran cuando hablamos de futbol sudamericano y mundial. La tradición futbolística de la ribera occidental del Atlántico no existe sin la presencia de varios grandes equipos.
Hablamos de Olimpia, Cerro, River, Independiente y Boca, Peñarol y Nacional Católica y Colo Colo, Nacional y América, Corintians, Vasco Da Gama y Flamengo. Son los verdaderos representativos del fútbol sudamericano, los que le ponen cara al resto del mundo, aunque algunos hayan tirado a menos y transitaran durante un tiempo en las oscuras aguas de la segunda división.
Es cierto que esa preponderancia de las «vacas sagradas» del cono sur los ha favorecido en tanto movilizadores comerciales y soporte de intereses extrafutbolísticos, incluso políticos.
Cuántas gestas frustradas, cuantos episodios abortados de clubes que aspiraban y aspiran a entrar en ese olimpo, grabar su nombre a fuego y ganar el respeto del resto, quedaron en el penúltimo escalón del podio, para no volver, o para quedar tan golpeados financiera y anímicamente que la recuperación costó años.
La Confederación es implacable. Le cuesta muchísimo permitir que alguno de los no elegidos haga cumbre en ese largo ascenso, y se mantenga.
A cuántos nos gustaría que nuestro club llegara a instancias tan importantes como la semifinal, tal como lo han hecho el Once Caldas, el Barcelona ecuatoriano, el Cobreloa o el Liga Deportiva de Quito, equipos que también llegaron a finales que alguno ganó.
Un sueño de muchos aficionados aurinegros: asistir a un encuentro de Final de Libertadores en Pueblo Nuevo con la participación de nuestro Deportivo Táchira, ataviado con una camiseta alegórica en la que figure un parche que diga Copa Libertadores Final.
Es un sueño, pero también una aspiración factible en esta época de evolución y desarrollo del fútbol venezolano.

Los nombres de los equipos argentinos

Los nombres de los equipos argentinos de futbol constituyen un capítulo en la historia del futbol mundial. Tienen un toque de tradicionalidad, romanticismo, localía y originalidad. Los equipos argentinos tienen nombres como en ninguna otra parte, sobre todo porque esos clubes conformaban una de las ligas más poderosas del planeta.
Estos nombres despertaban la imaginación, lo que permitía viajar mentalmente a regiones remotas de América, de la pampa o de las regiones sureñas del cono meridional, tierras de gauchos, tango y porteños. Pero también ciudades lejanas con historia e identidad propia.

Las culturas imaginarias

Es como cuando se escribe un cuento de pueblos y culturas imaginarias, del pasado o del futuro, de otros planetas y se asocia de manera marcada la región con las costumbres, la vestimenta, los alimentos y las actividades laborales, lúdicas y culturales. Argentina sería el país de los vulcanos, los clingons, los hobbits o los elfos, en modo fubol, eso sí.
No es que quiera comparar cada ciudad o cada club con esos mundos imaginarios. Sólo intento caracterizar las impresiones que causaba leer acerca de Ferro, Talleres o Boca, Newells, River o Central.
Así como en el resto de Sudamérica los nombres predominantes tienen sus adjetivos como deportivo, atlético, sport club, o futbol club, y quizás sólo Colombia se acerque en esa tradición a nombres similares, dentro de los que entran el América, Millonarios o Junior, Argentina tiene ese punto más local y a la vez global de llevar un nombre como Talleres o Ferrocarril Oeste al ámbito internacional.

Ferrocarril y Talleres

Un club de fútbol llamado Ferrocarril Oeste hacía pensar inmediatamente en esa vía férrea corriendo hacia el oeste de Buenos Aires, hacia la frontera con Chile. Un tren a toda marcha llevado por una poderosa locomotora. Talleres de Córdoba eran patios industriales llenos de obreros vestidos de futbolistas, o futbolistas vestidos de obreros, dando martillo a clavos de acero, fundiendo metal o arreglando coches industriales.

Boca Juniors y River

Boca Juniors, La Boca, para nosotros al norte de América del Sur, no era un barrio, era el nombre de los colores azul y oro. Era la denominación de grandes gestas contra River, del barrio contra el dinero, de la bosta, del potrero, mientras que River Plate era el río de la plata, los elegantes e inmaculados. Era el poder en la ribera del poderoso río que da nombre a un país grande.

Newells y Rosario Central

Newell’s Old Boys era incluso difícil de pronunciar. Algunos decíamos «Niuls» porque no lo oíamos decir, sólo lo leíamos en las escasas y lejanas crónicas que nos llegaban desde el sur, que ávidos de información futbolística buscábamos todos los lunes. No era conciente de que estaba en Rosario, pero sí de su  condición de tradicional del futbol argentino. La impresión era de un equipo medio, luchador, cerrero, y cumplidor.
Rosario Central era eso, el equipo del centro. No había otra forma de relacionarlo, aunque luego vendría su enfrentamiento en Libertadores con nuestro gran Táchira del 87, ese que fue plantar cara por pirmera vez a la gran potencia. Los de esa generación nos acordamos de lo que tuvo que soportar Francovig, agobiado por las barras detrás de su portería en aquel partido que nos dejó fuera de la clasificación en esa copa.

Los dos de Avellaneda

El Racing Club, así pronunciado racing, no reicing, y el Club Atlético Independiente, son los equipos de la ciudad de Avellaneda. Avellaneda en el imaginario era una ciudad lejana de la capital. Después supe que estaba al sur de Buenos Aires y es parte de su provincia. Dos grandes clubes que tienen sus propias sedes sociales y estadios. Independiente como el Independiente de Colombia, así como el Racing Club como el Racing de Santander de España. A veces costaba diferenciar uno del otro y saber de cuál se hablaba, porque la información era escasa.Uno de franjas verticales blanquicelestes como la selección, y el otro rojo y short negro. Este último se llevó 3 goles en esa misma Libertadores del 87 en aquel apoteósico triunfo con gol de portería a portería incluído. Un partido memorable ante el «Rey de Copas» de Argentina.

Otros nombres singulares

San Lorenzo, Argentinos Juniors, Estudiantes de La Plata, Gimnasia y Esgrima, Huracán y Velez, son otros nombres asociados al fútbol argentino de siempre, formando parte de su ADN. No creo que se pueda hablar de futbol argentino sin nombrarlos.