En 1979, Venezuela jugó la Copa América contra Chile y Colombia. Eran tiempos extraños, pues el fútbol profesional venezolano era casi clandestino, como lo seguiría siendo bien entrados los años 80, aun con las tímidas incursiones de Venezolana de Televisión, cuando aún no era un canal estatal y no lo que es ahora.
Recientemente se había terminado el Polideportivo de Pueblo Nuevo y el Deportivo Táchira lograba ese mismo año su primer título nacional.
Por supuesto, el fútbol era efervescencia pura en nuestra región con ese logro, luego de 5 años de tránsito en la primera división de Venezuela, y nuestros héroes eran Ferrari, Griego, y compañía. No era fácil para un niño de 12 años irse solo al estadio, pero tampoco se le ocurría a ese muchacho decirle a sus padres que lo llevaran o lo acompañaran, así que la radio fue su refugio, haciendo volar la imaginación oyendo cómo Venezuela, en noches de miércoles, lograba empatar con Colombia a 0 y con Chile a 1. En la vuelta en Bogotá y Santiago caeríamos goleados, como siempre, como era siempre nuestro destino.
La copa se jugaba en grupos de 3, sólo sudamericanos, y el campeón de la edición anterior entraba a competir cuando terminaba esta primera fase y ya estarían clasificados los primeros de cada grupo. Idealizaba la posibilidad de que la vinotinto, que todavía no la llamábamos así, hubiera jugado a un gran nivel, sabiendo que nuestro fútbol, en la práctica semiprofesional, no daba sino para «garra», pundonor o, lo que es lo mismo, patadones de despeje y a las piernas que se atravesaran. De ahí a que René Torres, por ejemplo, le fracturara la tibia a Fernando Morena pasaron unos años, pero era el mismo estilo, para llamarlo de algún modo, de nuestra selección.
Era verdadero amor el que sentíamos por la selección, cuando nadie más en todo el país tenía idea de que la Copa América se estaba jugando, o de que existiera siquiera ese torneo, aún cuando una de sus finales se había jugado en el Estadio Olímpico, justo en 1975 entre Colombia y Perú. El fútbol en Venezuela era cosa de románticos, de italianos, españoles y portugueses o de ecuatorianos y colombianos entre los cuales nos metían a los gochos (tachirenses): «A esos les gusta el fútbol porque son casi colombianos, o porque viven al lado de Colombia». Porque para el resto de Venezuela el fútbol era algo que sólo se jugaba cada 4 años, por Brasil, Italia, Alemania y «el resto del mundo», y por su puesto, no existíamos.
Igual sí supe que esa Copa América la ganó Paraguay. Igual ese gran año nuestro Deportivo Táchira se hizo campeón de Venezuela por primera vez. El Polideportivo de Pueblo Nuevo existía y eso era suficiente para dormir tranquilo y soñar.