Estoy viendo a Uruguay y Brasil jugando la semifinal de la Confecup 2013 en el Mineirao de Belo Horizonte. Recuerdo que en primaria, creo que en cuarto grado, me tocó hacer un artículo de prensa como una tarea de Lengua y justo lo hice sobre un partido amistoso que jugó Brasil en ese estadio por allá por 1977 o 78. Revisando en la web encontré que fue un partido amistoso contra la antigua Yugoslavia y que terminó en empate a 0, lo que era decepcionante para muchos. Incluso la redacción la titulé muy pragmático: «Empate a 0 de Brasil en Belo Horizonte». Ya de ese tiempo me venía una gran afición por el fútbol que me hacia soñar con ser profesional a pesar de que Venezuela en esa época recibía goleadas a pasto y la Liga venezolana era, con excepción probablemente del Portuguesa, amateur y casi clandestina. Por supuesto con muy raras y honrosas excepciones, los equipos venezolanas recibían tantos por sacos, marcadores de tenis, tanto a la visita como en casa. Pero este cuento irá otro día.
Hoy quiero contar que en San Cristóbal, la capital del fútbol en Venezuela durante muchísimo tiempo, había un solo equipo que fue creciendo y dominando el mundo futbolístico nacional. Al principio se llamó Deportivo San Cristóbal y luego Deportivo Táchira, jugó sus localías en Mérida porque ni estadio tenía, luego en el Estadium «Táchira», que era de béisbol y queda en La Concordia, hasta que Pueblo Nuevo estuvo listo. Otra historia que hay que contar.
Este es uno de los primeros uniformes durante los años 70′.
Entonces aparecieron unos románticos que por razones diversas, incluyendo cismas del mismo Deportivo Táchira, decidieron fundar un equipo que inscribieron en el incipiente torneo de segunda división. Es parte del desarrollo del fútbol el tener un torneo de ascenso y condiciones de campeonato de ascenso y descenso, por lo que desde la Federación Venezolana de Fútbol se insistió en la conformación de un torneo con este fin.
Poder económico y calidad futbolística hicieron que ese equipó llamado Atlético San Cristóbal ascendiera en su primer torneo y ya en primera fuera campeón también. El Deportivo Táchira logró el subcampeonato, para enfado de sus miles de aficionados. No fue recibida con agrado la supremacía del «nuevo», del recién llegado y casi usurpador. La inocencia colectiva y la falta de «madurez futbolística», eso sí, evitaba la presencia de violencia y los enfrentamientos entre las dos aficiones eran exclusivamente verbales. Además el Atlético era el vecino pobre al que sólo seguía una emisora de radio mientras al Táchira le transmitían los partidos hasta la radio cultural (exagero pero ganas no faltaban).
De esa forma dos equipos de la misma ciudad representaron a Venezuela en la Copa Libertadores de ese año, ante los equipos de Ecuador. En esos años 80′, el formato de la Libertadores se basaba en la participación del campeón y subcampeón de cada uno de los 10 países de Sudamérica. Se formaban grupos de 4 y la cosa iba rotando, así que nos tocó Colombia, luego Ecuador, luego Bolivia, etc.
Pues el Atlético San Cristóbal ganó el grupo, de manera sorprendente, pero bien reforzado con los mejores jugadores de Venezuela, como Pedro Flebles y Pedro Acosta. La rivalidad con el Deportivo Tàchira era máxima y crecía. Los derbys eran muy esperados y comentados antes y después. El Atlético, a secas, vestía de naranja, como la Holanda de los 70′, y nuestro Táchira del clásico amarillo y negro.
Esta imagen es de un videojuego, aunque les sorprenda, porque no he encontrado imágenes de la camiseta del Atlético. Incluso creo que ni siquiera el naranja es el atlético sino el Nacional Táchira, equipo que trató de revivir los colores y la rivalidad.
Lo malo es que salvo en los derbys, el público no acompañaba mucho al Atlético, por lo que el agobio económico forzó la unión entre los dos equipos, posiblemente con mucha sabiduría por parte de los directivos de ambos clubes. Así nació el Unión Atlético Táchira, el famoso UAT, súper temido, respetado y seguido en el resto de Venezuela y más conocido en el exterior. Aquí viene el tema. De la unión surgió una camiseta que intentó combinar los colores de ambos. Así, era a franjas verticales naranjas y negras con pantalón negro. Con ese uniforme fueron campeones en el 1986.
Hay que decir que el uniforme no gustaba a mucha gente, empezando por líderes de opinión como los narradores de Radio Táchira, en especial Manolo Dávila, quien también se ha establecido en Venevisión, que no hacía sino denostar la indumentaria. Pero es que además Manolo era el narrador más seguido en el estado en que más se oía fútbol, o mejor dicho, el único estado en que se seguía el fútbol.
Me parece que también había resistencia de mucha gente a que el equipo luciera el color del San Cristóbal y no era tanto un tema de estética. En fin, a alguien se le ocurrió que ni uno ni otro predominarían en el uniforme y en los colores. Se mantendría el amarillo y desaparecerían las franjas, y entonces el Táchira paso a ser auriverde. En ese equipo, con esa camiseta, jugaron por ejemplo Carlos «La Fiera» Gutiérrez, Pedro Brito, Pacho Nieto o Laureano Márquez.
Uniformados así jugaron incluso una final contra el Marítimo en el Estadio «José Antonio Paez» de Acarigua, como cancha neutral, luego de terminar el torneo en empate en el primer lugar. La Televisora Regional del Táchira hizo el esfuerzo de transmitir, con muchas dificultades, vía satélite. Parece absurdo pero así estaban las cosas con la tele en Venezuela a finales de los 80′. Otro tema para tocar, el de la TV en el fútbol de Venezuela.
Pues luego de pocos años, la presión pública hizo que retornaran los colores aurinegros, las franjas tradicionales aurinegras, a pesar de que el nombre se mantuvo. Aunque en las estadísticas de la Confederación Sudamericana de Fútbol los números de las 3 denominaciones aparecen por separado, en Venezuela y en el Táchira en particular los resultados del UAT y del Deportivo Táchira son tomados como del mismo equipo. No así los del Atlético San Cristóbal.
Notorias son las camisetas de visitante, tan o más bonitas que la de local. Especial mención hay que hacer de los uniformes blancos con detalles aurinegros, o las camisetas negras con finas líneas amarillas que han sido diseñadas por Puma, Nike, Adidas, Runic, etc.
En el fondo la mayoría de la afición asumió que el UAT y el Deportivo Táchira eran lo mismo y es lo que al final provocó que se recuperara el nombre de Deportivo Táchira. El equipo más popular de Venezuela alguna vez fue auriverde, como Brasil.