¿Vuelve la campaña irregular? la media inglesa

Después de que la cosa parecía encaminada hacia una relación triunfo/otros resultados positiva, o en términos matemáticos mayor que uno (> 1) hemos vuelto al camino escabroso de las derrotas en la visita.
Afortunadamente el miércoles se sacó un empate ante el mismo Trujillanos que nos derrotó el domingo, pero como lo que debería tener prioridad es el Apertura sobre la Copa Venezuela, pues no es que ese resultado haya sido totalmente satisfactorio. De todas maneras siempre ha quedado un resquemor del bajo perfil histórico en Copa Venezuela, torneo que parece tener menos fidelidad aurinegra, si bien otorga una plaza para la Sudamericana que económica y deportivamente no iría mal.
Volviendo al tema de la irregularidad, la tesis debería ser una relación triunfo:otros resultados de 1,5. Esto es, más triunfos que empates o derrotas. Vamos, lo que siempre se ha llamado la media inglesa, ese gran plan cuyo objetivo es lograr victorias en casa y empates afuera. Puros positivos que determinan negativos para los contrarios. Evidentemente el lograr empates afuera equivale a evitar que los contrarios completen su propia media inglesa. Esa es la mejor forma de casi asegurar el campeonato. Por supuesto habrá algún equipo que recupere los puntos perdidos con el facturador de la media inglesa, mediante triunfos de visitante, pero recuérdese que está obligado por nuestra acción a recoger 4 puntos fuera de su localía, y eso es un poco difícil.
El optimismo sigue y es probable que la derrota del domingo fuera un accidente. El problema es que Trujillanos, Mineros y Caracas están arriba y no hay que dejarlos escapar, porque la diferencia ya se va haciendo grande e insalvable.
El cambio de curso o la pisada al acelerador tiene que ocurrir ahora, o de nuevo el Aurinegro se quedará en lo mismo de la última temporada.
Los comentarios son bienvenidos.

El Deportivo Táchira golea.

Esperando la sedimentación propia del paso del tiempo ante la efervescencia, la expresión debe ser de felicidad general, aunque seguramente no unánime. Goleada y satisfacción, una detrás de la otra. Sentimientos positivos y optimismo. Sólo es un partido pero es la demostración de que se puede.
Claro, es como en los mejores tiempos, en la época dorada en la que el templo se respetaba en toda Venezuela. Salir de Pueblo Nuevo con el agradable sabor, con la placidez y la euforia del triunfo, de haber ganado con creces, de establecer las cosas y henchir el pecho con el brebaje de la victoria, que pasa fresquito y calmante entre pectorales y dorso.
Seguramente vendrán derrotas. Lo que pasa es que ganar así es mostrar categoría, es mostrar autoridad. No es un triunfo mezquino, o una victoria pírrica, de esas en las que se pierde más de lo que se gana, o de aquellas en las que se alcanza la ganancia a cuesta de carambolas, errores arbitrales o el azar. No parece de esos triunfos en los que cualquiera mereció ganar, o perder.
Sin duda los partidos previos son demostración de inestabilidad, pero que este equipo que viene de ser goleado por un equipo de Ecuador, que viene de empatar en Yaracuy, o de salir cabizbajo del primer acto de este apertura, salga con un 3 a 0 impreso en el tablero como triunfo, es reconfortante.
Pueblo Nuevo se merece eso y más. Se merece un equipo fuerte, poderoso, que sea capaz de hacerse dominante e imbatible, no porque su afición sea guerrera, violenta y gamberra, sino porque su futbol sea la sincronía y continuidad, la estabilidad y la solidez, la densidad y la ligereza que todos deseamos ver.

Comenta lo que quieras

Comienzo infausto del apertura 2012

Terrible comienzo ha tenido este torneo. Sólo podría ser peor si la derrota hubiera sido por goleada. Sin embargo, el gol no logra maquillar el resultado, no alcanza a borrar el mal sabor que significa salir de Pueblo Nuevo con dos goles por el pecho, y hechos por Llaneros de Guanare. ¡Llaneros de Guanare!, uno de los equipos que venía al «Templo» ya con el saco preparado para cargar con unos cuantos balones.
A eso hemos llegado. Como siempre es muy difícil acceder a la visión del partido, soobre todo porque no hay enlaces vía web y tampoco es que la Liga venezolana sea muy apetecida por la TV internacional. En España, por ejemplo, pasan los partidos de Brasil y de Argentina, al menos una vez a la semana, muchos de ellos en directo y con narración original. De todos modos, por ejemplo, ni siquiera en Roja Directa pude ver el partido contra el Barcelona de Guayaquil, porque no aparecía como opción.
Volviendo al partido de este domingo, esa desagradable derrota 2:1 contra Llaneros, espero que sólo sea un mal paso de menor repercusión, pero es que viene a la mente todo el tiempo que este es un torneo corto, a una sola vuelta, y lo peor es que los rivales de importancia, con recursos y posibilidades de figuración sí empiezan ganando.
Es posible que nuevamente la plantilla no sea la adecuada, que no haya la suficiente calidad para abordar el buque de la competición, pero ya eso se verá en los próximos encuentros, cuando se enfrente a equipos de más nivel.

Derrota de nuevo

Desde los tiempos de Farías no ha sido posible ver a un Táchira capaz de imponer presencia tanto en Pueblo Nuevo como en terrenos foráneos. No es que se pretenda menospreciar a Barcelona de Guayaquil, un equipo, un club tradicional ecuatoriano, que además ha sido finalista de la Libertadores. Es que es doloroso reseñar una derrota por goleada en tiempos en los que estos resultados parecen cada vez más extraños. La realidad es otra, por lo que se ve.
El Barcelona nos metió 5 en el Monumental. Seguramente las crónicas dirán que no se mereció, que el equipo no se encontró, que el árbitro provocó inequidad en la justicia, u otros lugares tan, pero tan comunes. ¡O no!: Quizás el resultado es la exposición ineludible y realista de un nivel deportivo mediocre, que impide ganar de local a equipos de países de potencia similar a Venezuela, nivel que también convierte sólo en sueños aspirar a un resultado honroso, como dicen los beisbolistas, en la carretera.
Le tema requiere revisión, pero veo difícil que nuestro Deportivo Táchira salga del marasmo en el que se encuentra y que limita nuestra figuración nacional e internacional. Al menos respeto podríamos despertar.

La pretemporada del fútbol en Venezuela

Es estimulante saber que se ha activado el fútbol profesional en Venezuela. Este domingo, 29 de julio, juega nuestro Táchira con el Trujillanos. Pero además El Caracas FC recibe al Málaga en su gira por Venezuela.

El viernes pasado (27/07) el Zamora cayó ante el mismo Málaga 0 a 3, aunque las crónicas del partido y los twitters reflejan que no hubo tanta diferencia en el juego.
Hace apenas 10 años era impensable que se programaran tantos partidos de pre-temporada, no había tanta difusión ni tantas páginas webs dedicadas a nuestro fútbol. Es parte del avance que hemos tenido y que se refleja en la selección. Es un efecto bidireccional, consecuencia un evento del otro. Más difusión, más fútbol. Mejores resultados, más difusión.
También es producto de la mejor formación y de la vocación de los periodistas y comunicadores dedicados a éste tema, antes prácticamente reducidos al área andina, con algunas excepciones aisladas en el resto del país, pero ahora con gran fortaleza en cualquiera de las ciudades que han quitado protagonismo a San Cristóbal.
No debe considerarse una amenaza este surgir de medios y acción futbolística. La competencia es sana, y la presencia de manifestaciones en todo el país es beneficioso para lograr más respeto y fortaleza como actividad.

Miles de abonados en esta temporada

Leo con orgullo en la página de Facebook del Deportivo Táchira, que se ha marcado un nuevo record para el fútbol nacional de Venezuela, al llegar a la cifra de 3000 abonados para la temporada 2012-2013. No es para menos, si el Táchira es el equipo más popular de Venezuela. Esto sólo confirma lo que se supone. Incluso debería haber más abonados, realmente.
Es un hito nacional, porque tal como se expresa en el mismo enlace, el ilustre Táchira sólo es superado en el deporte nacional por los Leones del Caracas BBC, lo que sí es mucho decir. No se como estará en este aspecto el Magallanes, pero creo que incluso tendrá un problema similar al de Táchira. El asunto de su popularidad nacional extendida a todo el país, que impide de alguna manera medir mediante el número de abonados su popularidad y su penetración. La afición de Magallanes no solo está en Valencia, sede del club, ciudad en la que estarían los abonados. Igual pasa con el Táchira, cuya afición se extiende a todo el país y fuera de él.
Entonces el número de abonados de alguna manera no mide la popularidad, pero es una gran señal del compromiso de los habitantes de San Cristóbal y el Táchira con el club, el cual, por otra parte, se merece este compromiso.

Visitas, 15000 visitas

Llegamos a las 15 mil visitas. Es un gran logro para un blog que es un tributo a nuestro Super Deportivo Táchira. Agradezco a todos los que entran al blog.
El blog Mi Táchira del Alma es expresión de una afición sana y que quiere recordar esos detalles que son los que han hecho identidad en este gran club, pero también remarcar y hacer notar las cosas que harán mejorar al equipo, al club, como institución.

¡Gracias a todos!.

Sólo nos hace falta, mucha falta, el feedback, sus comentarios y cuestionamientos, para enriquecer nuestro acerbo aurinegro. También pueden twittear aquí al lado con su perfil, o compartir en Facebook.

Les invito a comentar aquí abajo y cada vez que mostremos una entrada.

A ver cómo le va a Manolo Contreras

Desde la distancia, Manolo Contreras ha sido siempre el apaga-fuegos, el suplente eterno en el banquillo. El cubre-huecos del puesto de técnico. También se ve como el hombre que siempre está ahí para sufrir los valles de la curva de éxitos y fracasos del club.
Pero desde la distancia, también, es un incondicional de la bandera aurinegra. No se, ni tengo pruebas en contrario, si al señor Contreras le han ofrecido puestos en otros clubes, o si él ha pensado en ir a otras regiones, otros rumbos, otros proyectos. Quizás sí, pero ahora mismo no recuerdo su presencia con otro traje que no sea el negriamarillo. Siempre como segunda, tercera o última opción, y siempre como reemplazo de los proyectos fallidos. Fallidos porque realmente no funcionaron o fallidos porque no los dejaron desarrollarse.
Reconozcamos que siempre está ahí, y termina dirigiendo, termina salvando, o termina llevando el barco a puerto, a tropezones a veces, en ocasiones con tranquilidad, permitiendo el tranquilo resoplido de alivio.
Aceptemos además que carece de lo que algunos llaman «angel» y otros llaman «carisma». Ascendencia sobre la plantilla si parece lograr cuando se encarga de la dirección técnica, pero como que no es muy duradera, o no se proyecta extensamente en el tiempo a futuro. Parece faltarle el punto ese mediático que tienen otros candidatos al puesto.
Evidentemente no es lo mismo pensar en «Páez», Pintos, «Chuys», «Saragós», «Bolillos», etc, que en el siempre listo Manolo Contreras.

FInal de la Euro 2012

Hoy termina la Euro 2012 de Polonia y Ucrania. Como hace 4 años, España está otra vez en la final y eso me lleva a pensar que durante más de 30 años, desde que tuve conciencia del fútbol y hasta hace sólo 4, no sólo no me gustaba España como selección de fútbol sino que llegué a aborrecer su presencia  en los torneos internacionales, cosa que era extensiva a Italia y Portugal – un poquito menos. Debió ser por el sesgo mediático y social que implicaba la gran presencia de estas 3 selecciones en la tele, radio y prensa escrita de Venezuela.
Me preguntaba subconscientemente cómo era posible que el gran fútbol total de Holanda, Inglaterra y Polonia, que habían pasado por encima de las frágiles selecciones sudamericanas de los años 70 no hubiera sido reconocido sino como una anomalía del universo futbolístico, tal como los agujeros negros, los quasars y la materia oscura. Peor, había que luchar contra un sistema así desde las posiciones meridionales.
De Los Pirineos o los Apeninos para abajo, todos contra el norte, por pura convicción territorial sin fundamento intelectual ni deportivo. Todos en solidaridad, misma que terminaba, o no, cuando Argentina, Brasil o Uruguay debían enfrentarse a Italia, Portugal o España.
Lo que sentía era ese «no voy por el contrario, quiero que pierda…», que terminaba por ponerte en apoyo insospechado a, qué se yo, Austria, o Hungría, o Dinamarca. Se que no me unía ningún tipo de relación con esos u otros países. Era simplemente el deseo de derrotar a los idolatrados y magnificados, a veces sin razón, países de las famosas colonias más numerosas (ese tema lo tocaré algún día en otro blog) presentes en Venezuela.
También es cierto que justo el Mundial en el que abrí los ojos al fútbol fue el de Alemania’74, en el que el dominio europeo fue abrumador y Polonia, país de origen de mi padre, tuvo un excelente torneo terminando en tercer puesto, Lato, máximo goleador y bota de oro y Brasil, que venía de pulverizar records en México’70, quedó en cuarto puesto al perder con Polonia. Todo redondo y claro.
España por su parte ha experimentado en su concepción del fútbol un cambio deportivo y filosófico tal que incluso a un aficionado adversario como yo le hizo ver que se podía pasar al, desde mi punto de vista, lado luminoso de La Fuerza. Dejó de ser muchos años antes un equipo furioso y de garra, a ser la orquesta que es ahora, afinada, gloriosa y magnífica, envolvente e hipnótica, llena de volumen y potencia.
Debo asegurar que este no es un cambio de postura acomodaticio, como lo es apuntarse a ganador. Es reconocer que la elaboración futbolística de España ha alcanzado niveles de excelencia que merecen la contemplación y la admiración. Por supuesto el hecho de mi vida en España coincidente con este despunte deportivo ha influido de gran manera, pero no es la única razón ni es simple triunfalismo. Mi corazón sigue estando con La Vinotinto en primer lugar, a la que espero ver en el próximo Mundial de Brasil, y con Polonia, de la que esperaba mucho más en esta Euro, su Euro.
Hoy voy a España, de la que espero pase por encima de Italia, no porque odie o aborrezca a los italianos, que por otra parte han logrado al fin jugar buen fútbol, sino que por fin en este caso voy a y no en contra de.