Por allá a principios de los 80 el Deportivo Táchira tenia lo que se conocía como un puntero izquierdo. El clásico delantero puntero de raya, que corría por la banda y llegaba a la línea de fondo para sacar un centro y que gente como Campos (Wilfrido) cabeceara o la metiera sin más.
Era un tipo de mediana estatura, de tren inferior corto y por tanto con un centro de gravedad bajo, que le permitía regates endiablados en la banda a gran velocidad.
La leyenda decía que estuvo seleccionado con Brasil en algún momento en los 70’s. Incluso que era suplente del gran Jairzinho. En esa época era suficiente con que nos dijeran que era el y segundo en la sucesión del puesto, o sea, el segundo suplente de la selección brasileña. No sabíamos si era la del 70 o la del 74. Lo cierto es que estaba en el Táchira y eso bastaba.
Era el gran Moacir Fernandes «Cafuringa«. El origen del apodo lo desconozco, o no lo recuerdo, pero qué divertido y emocionante era verlo un domingo en la tarde haciendo desastres en las defensas contrarias del Zamora, o del Galicia, corriendo por la banda, pisando la pelota para dejarla detenida y el seguir corriendo con los dos marcadores para luego volver a por ella dejando a los defensas confundidos.
Las entrevistas en la radio eran otro punto que formaba parte del gran espectáculo que era «Cafuringa». Todos estábamos seguros de que no hablaba nada de español. Hablaba un galimatías que suponemos era portugués de Brasil, y lo hacia tan rápido como corría en la cancha. Yo creo que lo entrevistaban a propósito para que hablara rápido, no entenderle nada y el periodista pretender que traducía las declaraciones.
Seguiremos recordando esas jornadas que tanto nos gustaban en la época en que no había gochigans, ni avalanchas, ni popular norte.
Cafuringa se retiró con el Deportivo Táchira y jugó la Copa del Mundo Pelé 1990, y murió en 1991 en Jacarepaguá, Brasil.