Es una demostración de poder. Llegar a la Final de la Copa Venezuela es un gran logro y la posibilidad de acceso a un título.
Una final ideal, contral el Caracas FC. De ganar tendría doble satisfacción para los fanáticos. Vencer al máximo rival y acceder a un podio en el primer puesto, ese lugar que ha estado ausente durante tanto tiempo.
El triunfo frente al Zamora, de manera absoluta en esta semifinal, parece vislumbrar logros futuros. Es el alcance de un equipo que no es de media tabla, de medio pelo. Un 3 a 0 en el global sirve para mucho y envía un mensaje al resto de los competidores. Aquí ha vuelto el Táchira.
Fue mejor todavía derrotar al Zamora en su casa y por 2 a 0. Que no hubiera lugar a dudas.
Ahora la final.
Confieso que me sorprendió que se arribara tan rápido a este nivel. No le puse mucha atención al tema de la clasificación, tal que cuando vi ya Táchira estaba en cuartos, instancia que superó con solvencia y luego vino el Zamora.
Creo necesario que Táchira gane este torneo. De esa manera subirá un escalón por encima del resto, pondrá su nombre en la lista de favoritos y afianzará la campaña que hace en Liga. Será un respiro, una infusión de confianza para los miembros de la plantilla y para la afición.