El vivir en España, para un aficionado adicto a la vinotinto, al Deportivo Táchira, y a casi todo lo que tenga que ver con el futbol venezolano, a veces conlleva sacrificios. Sacrificios como el de este 13 de julio, en España ya 14, porque el partido de Copa América Venezuela – Paraguay comenzó a las 12:15 de la madrugada y terminó, como era lógico, a las 2 de la mañana pasadas. Es lo que tienen las 5 o 6 horas de diferencia con América.
Valió la pena, sin embargo, aunque gran parte del segundo tiempo de ese «partido de locos», como lo calificaron los principales periódicos de España (El Pais, El Mundo, etc) y la tele (canalplus), provocó casi el arrepentimiento del trasnocho, no por la forma de jugar, que mostraba a una Vinotinto que superaba en todas las líneas a Paraguay, sino por la ingenuidad de permitir 3 goles paraguayos que no debieron ocurrir, y haber dejado de marcar al menos 2 más en el primer tiempo.
La verdad es que los medios y los delanteros vinotinto estaban un poco «acelerados» y, como bien dijo el comentarista de Canal Plus, a Venezuela le faltaba establecer correctamente el «último pase», esa última conexión que hace la diferencia entre la finalización de la jugada en gol, o un simple ataque más sin resultado. Parecía que querían, los vinotinto, hacer el gol antes de recibir la pelota, lo que provocó varios disparos antes de tiempo, o pases al vacío sin destino, antes de hacer una o dos combinaciones para llegar con posibilidades.
Al término hubo justicia, porque luego de volver a las andadas, y dejarse envolver por los duros paraguayos cuya fórmula de concreción es conocida – centro al área en balón parado y cabezazo -, hubo arrestos y orden para remontar y empatar como lo hacía el Deportivo Táchira aquel de Farías, el de César «Don Armando» Farías, que se hizo nombre en aquella Libertadores en que, ante River y en el Monumental, remontó un 0 – 2 para empatar a 2 bajo la lluvia y clasificar primeros a la siguiente ronda de esa fabulosa copa. Los comentaristas de Foxsports se deshacían en elogios al orden y concierto de este muy joven técnico cuya labor le llevó a ser nominado al premio de director técnico de año de Foxsports. hay que ver lo que significa que un DT venezolano, del país que no aparece en cartelera, sea nominado, sea tenido en cuenta para este o cualquier otro premio. Luego algún post versará sobre este mote y ese maravilloso año de César.
Por fin la filosofía de Farías se va haciendo huella y efecto en el seleccionado vinotinto, y eso implica buenas noticias y mejor pronóstico de la evolución de esta selección que ya, desde este momento, debe tener satisfechos a todos los seguidores del fútbol venezolano, y que además, les hace soñar como nunca antes.
No hay que decir que es difícil celebrar, brincar y gritar ahogadamente, casi con sordina, los goles para evitar que los vecinos se molesten ydespierten a las 2 am de un miércoles o jueves.