Se perdió el partido en Maturín. Fue a nivel de goleada, cosa que no preocuparía tanto si no fuera porque se trata del actual campeón nacional. Si recuerdo bien, sólo se ha sumado 2 puntos en 3 partidos y debemos estar en la cola de la tabla de posiciones.
Es cierto que el Deportivo Táchira no siempre ha empezado los torneos de forma contundente, dando demostración de superioridad. Por el contrario, es frecuencia ver como se empieza un poco a rezago y luego se equilibran las cargas y se hace una especie de remate, como los caballos que vienen por fuera en el hipódromo y entran a la recta final marcando el paso y superando a todos los rivales.
Hoy por lo pronto es difícil hacer un pronóstico favorable con lo que se ha conseguido hasta el momento. No he visto ninguno de los partidos, así que escribo con información limitada, pero el hecho de haber perdido de en Maturín y contra un equipo que no es potencia en Venezuela debe alertar a todos.
El técnico «Chuy» Vera tiene buenas referencias y probablemente logre ascendencia sobre el grupo de jugadores, de manera que logre transmitirles su sistema. De esa manera veremos al Táchira jugar bien y ganar, que es lo que todos queremos. No se pretende que reproduzca al Zamora de la pasada temporada, pero sabemos que ese Zamora levanto bastante polvareda por donde pasó.
El Deportivo Táchira tiene un compromiso que está en otro nivel. Está en el estrato de los que deben ganar, y deben ganar bien. Táchira es una institución, es decir, más que un simple equipo de fútbol. Es una representación de nuestra región, de nuestro gentilicio, y del fútbol nacional, que no puede concebirse sin nuestro club.
Asumir la dirección técnica, o la membresía de la plantilla comporta un gran peso individual y colectivo. Ante una afición tan exigente al menos el equipo debe hacerlo bien, aunque los triunfos no lleguen todo lo rápido que esperamos. Lo que pasa también es que el listón está alto. Es el problema para «Chuy» de haber asumido el banquillo de un equipo que acaba de ser campeón nacional en una región para la que eso vale más de lo que cuenta para Caracas, Maturín o Puerto Ordaz.