Seguimos con la economía y una visión interesante: Los Estados Unidos de Europa

Una visión interesante, simple y apropiada del tema de la economía de Europa – Es de Leopoldo Abadía, quien se ha convertido en una especie de gurú, o mejor, facilitador de conocimiento económico.

Estoy intentando entender lo que pasa que seguramente no es tan difícil
Leopoldo Abadía
15/07/2011
Pienso que la cosa está que arde y tengo que entender lo que pasa.
Y, por eso, hago lo de siempre, escribir una por una todas las cosas que están ocurriendo, para conseguir medio entenderlo.
Copio de aquí, recorto de allá, lo elaboro un poco y a ver qué sale.
  1. El otro día, la prima de riesgo de España llegó en algún momento a unos 380 puntos básicos.
O sea, que si Alemania tiene que pagar 2.74 % de intereses para que le presten dinero, nosotros tuvimos que pagar 2,74 + 3,80 = 6,54 %.
  1. Hoy, 14 de Julio, a la hora que escribo esto, la prima de riesgo está en 313 puntos básicos, con lo que tenemos que pagar menos, pero todavía una cantidad apreciable.
  1. En otras palabras: “los mercados”, para prestarnos dinero, nos exigen más intereses porque se fían menos de nosotros.
  1. (Lo mismo me pasaría a mí, si tuviera dos amigos: uno serio y formal y otro un poco tarambana.
Al serio le prestaría dinero a un interés bajo y al tarambana le pediría más intereses, por si acaso.)
  1. “Los mercados” son, entre otros, el fondo en el que yo tengo invertidos unos eurillos.
(A veces, voy por la calle y pienso que la gente me mira y dice: “ahí va un especulador”.)
  1. Al amigo tarambana, cuando le presto dinero, le digo: “pórtate bien.
Gasta menos.
Si tienes algún piso alquilado, intenta subir el alquiler.
Aquel cuadro tan feo que heredaste, que dicen que es de un pintor de fama, intenta venderlo”.
  1. Eso se llama “plan de ajuste”.
  1. Si mi amigo puede tomar las decisiones por su cuenta, una vez que le he convencido/amenazado, va y toma las decisiones.
  1. Pero puede ocurrir que su mujer y sus hijos le vigilen de cerca y tenga que convencerles a todos, con lo que pierde un poco de tiempo.
Y además, mi amigo tiene que ceder algo y decir a su mujer que en el plan de ajuste no se incluirá un collar que a ella le apetece mucho.
Y a los hijos, tendrá que escucharles, darles algo para que digan que sí o, por lo menos, para que no digan nada (lo que en otros terrenos se lama “abstenerse”.)
  1. ¿Ponemos nombres?
Porque cuando se habla en parábolas, hay quien no las entiende.
E incluso el que las dice se puede armar un taco.
  1. Resulta que uno de los hijos, Grecia, había maquilado las cuentas.
“Maquillar” quiere decir que hizo algunas trampillas y que, como las cuentas que presentó parecían buenas, se le dejó venir a vivir a casa de los padres, o sea, a la Unión Europea.
  1. Allí se encontró con otros hermanos: Alemania, Francia, Bélgica, España,.
Cada uno, con sus cosas.
No habían maquillado las cuentas -por lo menos, no tanto- y vivían más o menos bien.
  1. Por su cuenta, el hermano alemán había adoptado a un hermano que tenía en el Este y al que las cosas le iban bastante mal.
  1. Como había que sacarlo adelante fuera como fuera, el Banco Central Europeo ofreció créditos muy baratos a los  bancos alemanes.
Y les ofreció mucho.
  1. Y como les sobró dinero, los bancos alemanes pensaron que podían hacer negocio y se lo prestaron un poquito más caro a los bancos griegos, irlandeses, españoles, italianos…, porque para algo somos europeos.
  1. Y los bancos griegos, irlandeses, españoles, italianos… empezaron a prestar dinero a la gente y a las empresas de estos países, y, en el proceso, les ayudaron a pensar que esto no tenía que llamarse Unión Europea, sino Jauja, aquel país en el que se ataban los perros con longaniza.
  1. Cuando las cosas te van bien, piensas que irán bien siempre.
Pero la experiencia dice que las cosas no van bien siempre.
  1. Antes, cuando las cosas  iban mal, los países cogían su moneda -la peseta, el escudo, etc.- y la devaluaban.
Con eso conseguían que sus productos, de repente, fueran más baratos y los de fuera nos compraban más.
  1. Lo que importábamos nos salía más caro y eso podía producir inflación, pero comprando menos de fuera, las cosas se iban arreglando.
  1. Ahora no se puede hacer eso y hay que hacer lo que llaman “devaluación interna”.
O sea, precios más bajos, salarios más bajos, etc. Así podremos vender más fuera, viviendo peor.
  1. Y resulta que lo de la prima de riesgo nos está fastidiando.
Y que lo de los planes de ajuste no le gusta a nadie.
Y que Grecia está como está, a bofetada limpia y con un Gobierno que no se sostiene.
Y que Portugal está como está y tampoco puede presumir de Gobierno.
Y España lo está pasando mal.
  1. Y que aquella familia tan maja, que vivía en la casa común, ahora vive en la misma casa, pero unos se han trasladado a vivir al piso de arriba, que tiene mejores vistas y aire acondicionado, y los otros estamos en el de abajo, con peores vistas y más calor.
(Eso se llama “la Europa de dos velocidades”.)
  1. Y uno de los hijos del piso de abajo, Grecia, está muy apurado y se habla de que puede hacer suspensión de pagos, lo cual no les gusta a los que le han prestado dinero, porque, ahora, en sus balances, en el Activo, pone “Deuda soberana de Grecia” y, al lado, lo que le prestaron.
Y si Grecia hace suspensión de pagos y dice que pagará en muchos años y que además hará una quita del 50%, en ese balance aparecerá la “Deuda soberana” un poco menos “soberana”.
Exactamente, el 50 % menos.
Y el que prestó el dinero  tendrá que decir que, en la aventura griega, perdió la mitad de lo que puso.
  1. Se me ocurre coger el Time para distraerme un poco y veo que en 1835, el Presidente de Estados Unidos, que entonces era Andrew Jackson, pagó TODO lo que debía la nación, diciendo que la deuda podía “destruir la libertad de nuestro país”.
  1. Hoy no se puede decir a ningún país en el mundo que pague todo lo que debe, porque no estamos montados en el dólar, sino en la deuda, y, hasta ahora, lo de la libertad de nuestro país -el que sea- no nos ha preocupado mucho.
Hemos pagado un crédito con otro crédito, hasta que el dinero se ha acabado y, como en el viejo chiste, nos hemos encontrado agarrados a la brocha, porque nos han quitado la escalera.
  1. Ahora mismo, el BCE ha “comprado deuda”, o sea, ha prestado dinero a algunos países, con los correspondientes intereses, lo que suena a seguir poniendo parches y hará que esos países deban más y paguen más intereses.
  1. Lo del eurobono, me está empezando a gustar.
Me parece que eso debe funcionar, más o menos, como pongo a continuación:
·      Todos los países -los del piso de arriba y los del piso de abajo – se reúnen y dicen las deudas que tienen.
Las de verdad, sin olvidarse ninguna.
·      Suman todas las deudas y sale la deuda de la familia, o sea, de Europa.
·      Se coge esa deuda y se dice que la garantiza Europa. Por algo somos una familia.
·      O sea, ningún país garantiza nada por sí solo.
·      Los acreedores de cada país se convierten en acreedores de Europa y, a partir de ese momento, duermen más tranquilos.
·      Europa sale al mercado a buscar dinero y supongo que se lo prestan con más facilidad, un poco más caro que hoy a Alemania (lo cual, a Alemania le molesta) y un poco más barato que hoy a España (que empieza a estar más contenta.).
  1. Esto exige que los países pierdan un trozo más de la libertad que tienen ahora, que, en algún caso, ha sido libertinaje.
  1. La pérdida de libertad consiste en que:
·      Haya un Ministro de Economía europeo y que los Ministros de cada país sean unos empleados suyos, que lleven las cuentas y poco más.
·      Que los Presupuestos de cada país tengan que ser aprobados por Europa.
·      Que el euro sea una moneda única de verdad y yo creo que más fuerte que ahora, que, como hay tanto lío, la gene se fía menos y vende euros y compra otra cosa.
·      Que los Estados Unidos de Europa estén más unidos que hasta ahora.
·      Que cuando alguien de Estados Unidos o de China o de Brasil o de donde sea, llame por teléfono a Europa, se ponga solo una persona. (Kissinger dijo algo así como que cada vez se le ponía al teléfono alguien distinto.
Ya sé que Kissinger no le cae bien a todo el mundo, pero en eso tenía razón.)
·      Que cuando alguien quiera entrar en la familia, se le diga que espere.
Que, en cuanto tengamos arreglada la casa, le llamaremos, empezando por Turquía, que creo que es la primera en la cola.
Y no sigo, porque me mareo.
Pero igual por ahí van las cosas.