Gripe A

desde que se inició esta pandemia de gripe A hemos recibido un real bombardeo de información de todo tipo sobre la gripe. Este torrente de noticias y comentarios, que ocupa espacio físico escrito, así como virtual, incluyendo videos de gente supuestamente experta, tiende a mantener confundido al público, antes que bien informado.

Se ha hablado de todo tipo de conjeturas, planteado teorías de conspiración, que abarcan desde la guerra biológica hasta complejas operaciones clandestinas, y no tanto, de marketing. Incluso gente experta, de élite, ha caído en las arenas movedizas de la mala información, repitiendo falsas argumentaciones con supuesto sustento científico.
Cuando hablo de estas cosas en nuestros círculos profesionales y sociales, no dejo de recordar que incluso en fuentes aparentemente confiables se habla de que, por ejemplo, el SIDA/HIV no existe, y que es una invención para explicar ciertos síndromes y manifestaciones mórbidas, que previamente eran atribuibles a otros agentes, y que pudiera haber una manipulación genética inmunitaria para establecer un síndrome como este, que afecta a millones de personas en el mundo.
Es cierto que la gripe A, o H1N1, o porcina, tiene, en la mayoría de los casos un curso leve, o más o menos leve, porque hay que sufrir una gripe de esas para discutirle a alguien si es leve o no. Por supuesto, desde el punto de vista experto, se considera «leve», porque el grado de afectación orgánica no es preocupante, pero sí es un cuadro clínico incapacitante, por corto tiempo (escasos días). Tal como el dengue, la sensación es de haber sufrido la mayor paliza. Duele hasta los huesos, y la cefalea es importante.
También es verdad que existen casos complicados, y que el curso puede ser fatal y rápido. Eso, a la luz de la realidad, es innegable. Hay personas afectadas que tienen condiciones de propensión a evolucionar de forma tórpida, aunque es una minoría importante. Esto es así al menos hasta ahora.
Sobre el tema más controversial, la inmunización (vacuna) es espeluznante que a estas alturas del siglo existan personas, especialmente médicos y profesionales relacionados, que puedan argumentar en contra de este procedimiento que ha salvado millones de vidas y ha evitado enfermedades incapacitantes durante un siglo. Las vacunas siempre han tenido efectos colaterales, tan comunes los menores, que se le advierte a los padres cuando se vacuna a los niños, que puede ocurrir la aparición de estos efectos y cómo tratarlos. Incluso pacientes que se han vacunado contra la gripe estacional, pueden presentar eventos que han obligado a hospitalizarlos, y no hay una campaña como la actual contra la vacunación.
Es necesario mantener la calma y analizar de manera adecuada la información, evitando ser víctima de amarillismos y conspiraciones sin sentido.