El imperio como causa o justificación

Mi amigo Igor, como siempre, azuza a sus «amigos de Facebook», para que piensen un poquito. Tiene la inquietud, para mí retórica, de conocer qué piensan acerca de la teoría del imperio como ente dominador sobre ciertos paises.
La teoría del «imperio» es simplemente una muleta de gobiernos e ideologías sin suficiente base, que usan a modo de «comodín» o «muleta» para poder sostener o llenar los grandes vacíos que les impide dar una explicación completa a las deficiencias teóricas y prácticas de su propuesta y que explicarían a su vez porqué no llegan al poder a imponer su línea; que cuando acceden al gobierno (local, regional o nacional) y se encuentran también con sus propias deficiencias, es la excusa ante la realidad que les explota en la cara.
La explicación del «imperio» es típica para atribuir a otros los propias causas (endógenas) de la falta de capacidad para resolver los problemas y conducir un proyecto coherente. Evidentemente un país y una ideología, la que sea, recibe influencias, deseadas o no, del pensamiento y del poder global, pero eso ocurre en todas las naciones, en todos los grupos y sociedades. Ni siquiera las sociedades primitivas se salvan. Pero es parte del proceso evolutivo. Lo que era intelectualmente aceptado y considerado conveniente en los ’70, por ejemplo, es arcaico en la primera década del siglo XXI, así como lo que era social y políticamente correcto en el siglo XIX, no sería justificable para nuestra generación. Pero esos modos de actuar, de hacer política y de relaciones económicas locales e internacionales no se deben a influencias de un imperio específico, sino a la influencia del pensamiento.