Beethoven y John Williams: Armonía y Sinfonía

La majestuosidad y gravedad del segundo movimiento del opus 21 5ta sinfonía de Beethoven. Una de las composiciones más bellas del período romántico y evidentemente de la historia de la música.

Es evidente que L. V. Beethoven era un genio, adelantado a su época pero que vivió y sintió las influencias de los cambios políticos que ocurrían en Europa, y por extensión en el mundo. Lo que hoy llamaríamos un “líder de opinión”. Era un líder cultural y por tanto social.
Tratando el tema desde el punto de vista sociológico, formo parte de un movimiento que cambió la visión de la sociedad y de la historia del mundo. Al mismo tiempo, o por ende fue un revolucionario.
El final del siglo XVIII y prácticamente todo el XIX fue escenario de “la revolución” que cambió el modo de pensar y de actuar tanto en el área social como cultural y política.
Oigo ahora ese movimiento de su más famosa sinfonía, equiparable a la novena. Contrasta esa majestuosidad que menciono con el dramatismo del primer movimiento, asociado con el “llamado del destino a la puerta” ¿es posible expresar mayor dramatismo en una frase? Creo que es difícil. Más difícil aún es lograr expresar dramatismo, tristeza, majestuosidad en una obra, y que esta se convierta en patrón, en el estándar, en el “no hay más”.
Sin disminuir a Beethoven ni exaltar demasiado a John Williams, creo que este último es de los pocos que, en el ámbito cultural en el que se mueve, y tomando en cuenta las circunstancias actuales sería comparable a aquel genio del siglo antepasado. Muestra de ello son sus obras tales como “La marcha imperial” de “El imperio contraataca” (George Lucas, Trilogía original de Star Wars), o el mismo tema principal de la misma trilogía, cuya película inicial ahora ocupa el quinto capítulo de la serie.
Podríamos hablar de los temas de “Cazadores del Arca Pérdida”, “La Lista de Schindler”, o la Marcha inaugural y temática de los juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. En cada uno presenta diferentes estados de ánimo y uso completo y profundo de los recursos orquestales en la mejor expresión sinfónica.
Es un placer y la mejor suerte poder asistir a la presencia vital de este gran compositor contemporáneo, así como tener la oportunidad de escuchar las diferentes versiones orquestales de L.V. Beethoven.